sábado, 22 de enero de 2011

EXPOSICION DE ARTE PARA HAFID



El arte por un sueño.

EL ARTE POR UN SUEÑO
Les invitamos a visionar el colorido y la textura de las obras expuestas, asi como a entenderlas desde el mundo de la imaginacion, la inmanencia o el caos, donde la voluntad se rearma de poder, para asi, hacernos un guiño en forma de obra plastica, poesia o musica, consiguiendo, o al menos intentandolo, el deleitarnos.
desde ese fascinante mundo de lo imaginativo, le ofrecemos a Hafit nuestra mano, una mano tendida hacia nosotros mismos, ya que cualquiera de nosotros podria ser Hafit, o este ser cada uno de nosotros, por lo que esta no es una ayuda personal o particular hacia el, si no una contribucion etica y moral hacia nosotros mismos.

Una tarde en Tarazona

El sol impregnaba mi viejo vehiculo de luz y calor, de una paz que asustaba.
Los amarillentos paisajes de Tarazona, se disfrazaban de diferentes formas y colores para recibirnos, de amapola y lavanda, hiervabuena o jazmin.
Las tardes eran perfectas, con baños y mas baños bajo el sol,
hasta que las golondrinas nos avisaban desde su torre, la hora de nuestra obligada partida.
El sol de media tarde que parecia caerse, nos acompañaba de vuelta a casa,
dejando atras irremediablemente, aquellos locos y maravillosos viajes relampago hacia la libertad,
hacia la luz y calor que impregnaba mi viejo vehiculo,
de una paz que asustaba.

El arte por un sueño 2.

  
Reproduccion fotografica del reportage periodistico sobre la exposicion en favor del niño Hafit, organizada por mi, y en la que participamos los alumnos de filosofia y arte en la modernidad, Universidad Juarez del estado de Durango, Mexico.    

           

miércoles, 19 de enero de 2011

Cronica sobre la pintura de mi padre, Gregorio Arbeloa.

¿Porque deviniésemos admirar una obra de Gregorio Arbeloa?

Me atrevería a decir que dicha obra es capaz de adsorbernos, de trasladarnos directamente tras su contemplación al mundo de las ideas, un mundo divino e imposible de representar, pero si plasmar, difícil de explicar, pero si comprender, ese mundo al que los genios aspiran llegar y el espectador acceder.
El atrevimiento, debe ser una virtud a la hora de asomarnos a una obra de Gregorio Arbeloa, esta nos atrapa en cuerpo y alma, fuera de toda medida de tiempo y espacio, podremos evadirnos a un lugar donde no existe pasado ni presente, tampoco futuro, sencillamente se nos abre una puerta al mundo de la imaginacion, de la verdad, donde la voluntad se presenta en esencia, como Arthur Sopenhauer diría, cara a cara, frente a frente.
Esta reflexion no es mas que una interpretación personal del porque, la obra de Gregorio Arbeloa debiese ser admirada y contemplada, tras el entendimiento de lo anteriormente comentado, se puede resumir que no solo es una expresión romántica, paisajística e impresionista, de una exquisita terminacion o desenlace, si no que la esencia divina existe en su pintura, ya sean óleos u acuarelas.
Solo un artista, como en este caso ocurre con Gregorio Arbeloa, puede imprimir a sus obras la fuerza necesaria para conseguir fusionar la técnica, con la idea, o divinidad, mostrando en cada una de sus pinceladas lo fantástico y real de su pintura.
La luminosidad de sus obras atrapa nuestra retina como si de un agujero negro se tratara, trasladandonos a un mundo no conocido, pero y del que tanto se habla, y tan poco conoce, hablamos del verdadero mundo del arte.

Xabier Arbeloa, Diplomado en filosofía y arte por la universidad Juarez del estado de Durango, México.

A mi hija Luna.

El resvalar de una lagrima en mi rostro, se desliza hasta la oscura inmensidad de mi alma.
Brotando en ella, los recuerdos.
Muertos, pero vivos, inertes y a la vez infinitos.
Preso de ellos, y avocado al maldito destino de tu infinita ausencia.
En un circulo sin fin de recuerdos, veo el resvalar de una lagrima en tu rostro.
Deslizandose hasta la oscura inmensidad de tu alma.
Brotando en ella, los recuerdos.
Muertos pero vivos, inertes y a la vez infinitos.
Presa de ellos, y avocada al maldito destino de mi infinita ausencia.

Pinturas de Javier Arbeloa